Los revestimientos son elementos constructivos que recubren y protegen diversas superficies como pisos, fachadas y paredes, constituyendo a su vez la apariencia de las mismas. Es decir, que no solo completan la estructura arquitectónica, sino que también desempeñan un papel crucial en la definición de la estética y el estilo del inmueble.
Piedra
Una gran variedad de texturas y colores en piedras como mármol, laja, granito y piedra caliza que aportan un aspecto sólido en una combinación perfecta entre elegancia y rusticidad. Un material resistente a la intemperie y de bajo mantenimiento que también puede aplicarse en interiores, sin embargo, se debe cuidar el uso excesivo para evitar un ambiente frío, reducido y pesado.
Madera
Metal
Vidrio
Vinilo
Porcelanato
Un material versátil apto para diversas superficies como pisos, paredes, fachadas, salpicaderos y mesones, así como también en zonas de mucho tránsito. Gracias a la mínima porosidad de sus baldosas, reduce la absorción del agua convirtiéndose en la elección idónea para zonas húmedas. En el baño, decorando e impermeabilizando a partes iguales, en la cocina, evitando absorber olores, y en espacios exteriores, con una gran resistencia ante la lluvia y bruscos cambios de temperatura.
En cuanto a su estética, se suelen cubrir con esmaltes decorativos que proporcionan distintos colores, relieves y grabados que permiten crear e imitar patrones en una gran variedad de tamaños, desde los más pequeños hasta los más grandes formatos. Si cuentas con un presupuesto reducido, puedes optar por la cerámica que, a diferencia del porcelanato y a pesar de estar fabricada con la misma materia prima, tiene un mayor porcentaje de absorción del agua y es menos resistente. Sin embargo, puede ser una buena opción para zonas con menor tránsito como las habitaciones. Recuerda que una mayor resistencia implica una mayor vida útil, por lo que el porcelanato es el producto de origen cerámico más duradero de todos.
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